Historia de marca

En el mundo de las marcas premium de bicicletas, nos hemos pasado décadas desarrollando nuestro deporte y llevando las tecnologías al límite. Nuestro enfoque siempre ha sido crear la bicicleta más monumental innovación en la industria de la bicicleta. A través de los años, principios de los 90 se definieron las ambiciones de nuestro deporte, y BMC estaba perfectamente posicionada para hacer realidad las más rápidas de esas ambiciones.

En las décadas posteriores, hemos liderado el perfeccionamiento de muchos de estos avances, así como creado innovaciones totalmente nuevas, todas ellas con el tema común de crear velocidad. Este enfoque singular en la velocidad nos ha llevado a convertirnos en la marca que somos hoy: rápida, implacable e icónica.

El equipo de BMC cuenta ahora con más de 150 personas y apoyamos a cientos de atletas. Aún tenemos la sede donde empezamos, en grenchen (suiza), aunque desde entonces hemos creado nuestro impec lab, y ahora hay un velódromo olímpico enfrente de la puerta. Hemos ganado carreras y títulos, definido nuevas categorías y nos hemos convertido en la potencia tecnológica y de ingeniería a la que siempre aspiramos. Nunca terminamos y nunca estamos satisfechos; siempre seguiremos perfeccionando y reevaluando.

La experiencia de nuestro equipo es lo que hace posible todo esto y sienta las bases de nuestro futuro. Seguiremos creando velocidad en cada oportunidad que se nos presente y, como en los últimos años, esperamos mostrarle algunas de las ideas en las que estamos trabajando ahora mismo.

Recordando a

Andy Rihs

Cuando Andy Rihs se hizo cargo de BMC Switzerland en 2000, la marca experimentó un cambio monumental. Impulsó el movimiento hacia la ingeniería de precisión, construyendo desde cero las instalaciones para la fabricación de carbono para que su ideal de crear el "Porsche de las bicicletas de carreras" fuera una realidad. Ningún otro fabricante de bicicletas dispone de tantas herramientas a su disposición bajo un mismo techo. Y eso es, en gran parte, gracias a ese hombre.

Andy Rihs